Humo de incienso

Finales de febrero de 1957, en Solabre, pequeña ciudad de unos pocos miles de habitantes, capital de una comarca rural del interior.
En este marco temporal de la nacionalcatólica España, y en una ciudad con sede episcopal donde la Iglesia ejerce una opresiva influencia en muchos aspectos de la vida cotidiana, se desarrolla una historia de intrigas en los entresijos del cabildo catedralicio en la que se ven envueltos unos muchachos de corta edad.
Humo de incienso es una novela de acción, dirigida a jóvenes lectores, y planteada con una evidente intencionalidad didáctica, donde el lenguaje, las matemáticas y la historia se entremezclan ladinamente. El autor, desde la mirada de Pepín, un chaval de diez años, nos ofrece, con breves pinceladas, aspectos determinantes de aquella oscura sociedad de los 50, de sus miserias y sus esperanzas.